"Ya habían tenido otro atentado hace 20 días": Padre de patrullero muerto en Antioquia
Su hijo, José David Pérez Hernández, es uno de los 8 uniformados asesinados en el municipio de San Pedro de Urabá.
Con la voz entrecortada y el alma destrozada, David Alfonso Pérez Orozco narró como fueron los últimos momentos de su hijo, José David Pérez Hernández, uno de los uniformados asesinados este miércoles en Antioquia.
Junto a Pérez Hernández, otros 7 uniformados, fueron sorprendidos por un artefacto explosivo mientras realizaban labores de acompañamiento a una Unidad Nacional de Restitución de Tierras y Antiterrorismo, en la vereda El Tomate, en jurisdicción del municipio de San Pedro de Urabá
De los ocho policías muertos, cinco eran de la Costa Caribe. José David, era de Barranquilla y vivió en el barrio El Bosque, lugar donde es recordado por familiares y vecinos en medio de la tristeza y el dolor.
Primer ataque
Su padre reveló que llevaba 7 años en la institución y que se encontraba en Antioquia desde hace un mes, en una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado. De hecho, el ataque de ayer no había sido el primero.
"El había tenido un atentado hace 20 días. Me llamó a las 4 de la tarde y me contó eso. Me dijo que no podía hablarme mucho porque estaba llorando", reveló David Alfonso Pérez.
Agregó que durante esa llamada su hijo le decía permanentemente que quería estar con sus familiares en Barranquilla. "Me decía: papi me vi muerto. Eso es una experiencia que no se la deseo nadie", relató.
Contó que su hijo le reveló el suceso que vivió durante ese ataque armado perpetrado por 8 tipos que bajaron de una montaña.
"Papi, nos levantaron a tiro desde 50 metros. Nos tuvimos que tirar al suelo, partieron todos los vidrios de la patrulla y los compañeros míos estaban asustados, no disparaba ninguno y nos llovían balas de todos lados", narró el padre del patrullero.
Su hijo le confesó que fue uno de los que se asomó por una ventanilla y pudo abrir fuego. "Papi, cuando yo lo hice, los compañeros también y los tipos se abrieron y alcanzamos a ver a 8 que parecían unos animales corriendo", reveló.
"Gracias a Dios los compañeros respondieron y que yo vi la misericordia de Dios porque prácticamente estaba muerto papi, por eso yo te estoy llamando", agregó.
Su hijo le indicó en ese momento que solo quería ver a su familia, situación que logró el viernes santos cuando en un día de permiso pudo venir a Barranquilla. Ese primer atentado fue cerca a donde tuvieron el segundo ayer.
"Me dijo ese día que venía porque quería verme porque se vio muerto ese día. Me dijo palabras que nunca me había dicho, como una despedida. Lo sentí extraño. Me decía que prácticamente él estaba en manos de Dios, sí el volvía a Barranquilla era por voluntad de Dios", contó.
Se fue y nunca regresó
El señor David Alfonso Pérez recordó en medio de su dolor que vio a su hijo a las 10 de la noche de ese día por última vez, cuando viajó nuevamente para Antioquia.
"El nos manifestó que quería retirarse de la Policía. El sentía una angustia. La gente lo veía preocupado y sentado mirando lejos. Él estaba mal", manifestó entre lágrimas.
Aunque confesó que su hijo se fue fortalecido nuevamente con una oración y unas palabras que le manifestaron todos sus familiares, pero un nuevo atentado truncó el sueño de su regreso a Barranquilla.
El patrullero José David Pérez Hernández, el mayor de cinco hermanos, dejó un hijo de cuatro años. Su padre, pidió al Gobierno intervenir en estos territorios
"Al Gobierno se le salió de las manos este asunto. Que meta al Ejército y no mande jóvenes a esos terrenos", sostuvo.
Y por último le dio un mensaje a los terroristas que perpetraron este nuevo atentado: "¿Por qué le quitan la vida a muchachos inocentes? ¿No tienen hijos? que sientan el dolor de un padre y una madre. Un hijo no se reemplaza con nada".